Estos son los metales que no se oxidan
Todos conocemos que el óxido es esa capa de color rojizo anaranjado que se forma en la superficie de algunos metales a causa de la oxidación provocada por la humedad o el agua. Además, los metales también reaccionan frente a los ácidos y químicos industriales fuertes. Si nada cesa la corrosión, el óxido sigue atacando y puede llegar a desintegrar el metal.
No todos los metales contienen hierro o son proclives a sufrir corrosión o algún tipo de oxidación. Para prevenir estos problemas a nivel industrial, la correcta elección del metal resistente al óxido y a la corrosión es fundamental.
Metales que no se oxidan
El óxido compromete las características mecánicas del metal, altera las propiedades químicas y, normalmente, no es estéticamente lo ideal. Por estas razones, se intenta evitar tener que lidiar con la oxidación y los efectos negativos que conlleva, utilizando metales que no se oxidan. Estos son los más comunes:
Acero inoxidable
El acero inoxidable es una mezcla de varios elementos que, en la mayoría de sus variantes, contienen la misma cantidad de hierro, el cual puede reaccionar y forma una capa de óxido. No obstante, la mayoría de las aleaciones de acero inoxidable, asimismo, contienen un alto porcentaje de óxido, al menos un 18%, que reacciona antes que el hierro. El cromo se oxida rápidamente para formar una capa protectora de óxido de cromo en la superficie del hierro. Esta capa resiste la corrosión y a la vez previene que el oxígeno llegue al acero debajo de ella. El molibdeno y el níquel, también presentes en el acero inoxidable, incrementan la resistencia al óxido.
Aluminio
El aluminio es otro de los metales que son resistentes al óxido y la corrosión. Esto se debe a que sus aleaciones contienen muy poco hierro, y, como hemos comentado anteriormente, sin este elemento el metal no se puede oxidar, aunque sí generar una reacción. Cuando la aleación de aluminio se expone al agua, una lámina de óxido de aluminio se forma rápidamente en la superficie. Esta capa es bastante resistente a la corrosión y protege al metal.
Acero galvanizado
El acero galvanizado es el metal más resistente al óxido y a la corrosión. Este metal no es más que acero al carbono cubierto por una capa de zinc. El zinc actúa como una barrera que previene que el oxígeno y el agua lleguen al acero, protegiéndolo así de la corrosión. Aun cuando la capa de zinc se desprendiera, se seguirá protegiendo las zonas cercanas del acero interior a través de una protección catódica y una capa protectora de óxido de zinc.
Metales rojos: cobre, bronce y latón
Estos tres metales no contienen casi nada de hierro, por lo que no se oxidan, pero sí que reaccionan antes el oxígeno. El cobre se oxida con el tiempo y forma una capa verdosa que protege el metal de mayor corrosión. Por otro lado, el bronce es una mezcla de cobre, estaño y cantidades menores de otros elementos, lo cual lo convierte en una aleación más resistente a la corrosión que el cobre. Finalmente, el latón, es una aleación de cobre, zinc, por lo que también resistirá la corrosión.
Tal y como hemos aclarado por cada uno de los materiales, es cierto que estos metales no se oxidan, pero no significa que no se corroan. Estos tienen sus propias formas de corrosión, como la capa verde que se forma en el cobre oxidado o las picaduras que se pueden aparecer en el acero inoxidable. No obstante, estas formas de corrosión hacen que el metal subyacente se proteja de la oxidación.
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