Se estima que cada año se generan en Europa 3.000 millones de toneladas de residuos. Una gran cantidad en la que tienen cabida desperdicios y desechos de muy distintos tipos, procedencias y grados de peligrosidad así como residuos contaminantes. Esto nos obliga como sociedad a buscar formas de clasificarlos para ayudar a que todos los actores del sector del reciclaje que intervienen en su tratamiento lo hagan pisando terreno firme.
Una de esas medidas destinadas a aportar orden al complejo mundo de los residuos son los códigos LER.
¿Qué es el código LER?
La clasificación unificada de residuos es esencial a la hora de catalogar y gestionar los diferentes materiales existentes de forma homogénea. Para ello, a nivel europeo existe una relación de residuos armonizada: el Listado Europeo de Residuos (LER) dentro de la cual nos encontramos con diferentes códigos compuestos por 6 cifras, clasificando los residuos en función de su origen (fuente generadora y proceso de generación), el llamado código LER. Estas seis cifras tienen el siguiente significado:
- Los dos primeras cifras corresponden a la categoría de origen;
- Las dos cifras siguientes indican el sector de actividad, el proceso o los titulares de los que procede;
- Los dos últimos dígitos identifican los residuos.
En el caso de los códigos LER la división se hace de la siguiente manera:
- 20 capítulos relativos a la fuente que lo genera o al tipo de residuo (códigos de 2 cifras).
- Subcapítulos referidos a los procesos de generación, a los materiales resultantes o al tipo de residuo (códigos de 4 cifras).
¿Qué significa el asterisco (*) en un código LER?
- Los residuos que cuentan con un código LER seguido de un asterisco (*) son aquellos considerados peligrosos.
- Los residuos cuyo código LER NO va seguido de un asterisco (*) son los considerados NO peligrosos.
Tipos de códigos LER
La Lista Europea de Residuos admite tres tipos de códigos:
Códigos no peligrosos absolutos
Este tipo de residuos industriales se clasifican como no peligrosos y no es necesario llevar a cabo una evaluación posterior. Por ejemplo, los códigos LER de la chatarra.
Códigos peligrosos absolutos
Los código peligrosos absolutos clasifican como peligrosos a estos desechos y tampoco es necesario llevar a cabo ninguna evaluación posterior. No obstante, deben determinarse sus características de peligrosidad con efectos de su correcto etiquetado.
Códigos LER espejo
El código LER espejo se aplica en aquellos residuos que pueden clasificarse como peligrosos y no peligrosos y solo varían por alguna característica. Por tanto, para su clasificación es importante tener en cuenta su composición y en el caso de que no pueda determinarse o “evaluar las características de peligrosidad que presente el citado residuo éste deberá clasificarse como residuo peligroso en aplicación del principio de precaución,” según señala el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).
Cómo se le asigna un código LER a un residuo
Para determinar si un residuo es peligroso y no y, definir, en su caso, sus características de peligrosidad, se debe seguir el proceso que explicamos a continuación:
Determinar si la sustancia u objeto es un residuo
Así, es necesario definir si el producto o componente es un residuo, tal y como se define en la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelo contaminados para una economía circular.
Asignar un código LER
Como hemos explicado antes, este residuo podrá ser alguno de los explicados: código de residuo peligroso absoluto, código de residuo no peligroso absoluto o un código espejo.
En caso de que se le asigne un código espejo o un código de residuo peligroso absoluto, será necesario continuar con los pasos siguientes.
Determinar composición del residuo por recopilación de información
En este paso, se llevará a cabo una recopilación de toda la información pertinente sobre la composición del residuo para poder evaluar sus características de peligrosidad según los criterios del Anexo I de la Ley 7/2022, de 8 de abril.
Si mediante la información disponible no es posible determinar las sustancias peligrosas presentes en el residuo, es necesario continuar con el siguiente paso.
Determinar composición del residuo por métodos analíticos
Mediante la aplicación de los criterios del Anexo I de la Ley 7/2022, de 8 de abril, se evaluarán las características de peligrosidad y se determinará la composición del residuo mediante métodos analíticos.
Cuando esto no sea posible, será necesario continuar con el paso que explicamos a continuación.
Evaluar las características de peligrosidad mediante la realización de ensayos
Si no es posible o aconsejable realizar ensayos y la información obtenida en el método analítico no permite la clasificación del residuo, este se clasificará como residuo peligroso.
Si se evalúa por medio de un ensayo una característica de peligrosidad de un residuo, y también basándose en la concentración de las sustancias peligrosas conforme al Anexo I de la Ley 7/2022, de 8 de abril, prevalecen los resultados del ensayo.
Determinar si el residuo contiene contaminantes orgánicos persistentes
En este último paso, se debe determinar si el residuo contiene alguno de los contaminantes orgánicos persistentes mencionados en la Decisión 2014/955/UE por encima de los límites establecidos en el anexo IV del Reglamento COP (Reglamento (UE) 2019/1021 del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 de junio de 2019 sobre contaminantes orgánicos persistentes).
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