La preocupación por el cuidado del medio ambiente sigue creciendo, y las formas de dañar lo mínimo posible a nuestro planeta cada vez son más. Tal y como comentamos en el post sobre la jerarquía de residuos, la valorización es uno de los escalones de dicha pirámide, es decir, uno de los tipos de tratamiento que debe recibir un residuo antes de acabar en el vertedero.
Qué es la valorización de residuos
La valorización de residuos es el proceso mediante el cual un residuo se transforma para poder ser utilizado con una nueva finalidad, o para sustituir materias primas dentro de otro procesos industriales o productos.
Según la Directiva 2008/98/CE de residuos, se define la valorización como la “operación cuyo resultado principal es que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales que, de otro modo, se habrían utilizado para cumplir una función particular”. Además, también se considera valorización la preparación del residuo para cumplir una función particular, en la instalación o en la economía en general.
Dependiendo de la composición de los residuos, el procedimiento de valorización será diferente según del residuo que se trata (orgánico, inorgánico, peligrosos, etc).
Tipos de valorización de residuos
Una vez revalorado el residuo y viendo sus características, se distinguen dos tipos de valorización o tipos de reciclaje:
Valorización material
Esta valorización tiene como objetivo la obtención de nuevos materiales a partir del reciclaje del residuo. De esta forma reducimos el uso de materias primas en el proceso de fabricación de nuevos productos, pudiendo reutilizar un material ya usado. Esta valorización la solemos ver en materiales como el vidrio, cartón, papel y envases ligeros.
Valorización energética
En este caso, se basa en convertir los residuos que no puede ser reciclados en energía, ya sea para uso doméstico o uso industrial, que puede ser energía eléctrica, biogás, biometano o hidrocarburos entre otros.
Estos procesos se llevan a cabo mediante una serie de fases termoquímicas. Estas consisten en someter la biomasa a la acción de altas temperaturas por diversos métodos: combustión, pirólisis o gasificación.
Igualmente se pueden utilizar procesos basados en la acción de microorganismos sobre los desechos, los denominados procesos bioquímicos de conversión. Algunos son la fermentación alcohólica o la digestión anaerobia.
Beneficios de la valorización de residuos
Beneficios medioambientales
El primer beneficio, claramente, es el medioambiental. Con la valorización de residuos conseguimos transformar una economía lineal basa en la producción-uso-desecho, en una economía circular, la cual se basa en obtener materiales aptos para producir nuevos productos a partir de residuos.
Por otro lado, como es lógico, la obtención de nuevos materiales a partir de residuos industriales tiene como principal beneficio la disminución de la cantidad de basura que finalmente llega a los vertederos.
Beneficios económicos
La reutilización de materiales hace que se logre una reducción en los costes de la compra de materia prima, puesto que la compra de materias primas tiene un mayor coste que la compra de materiales reciclados.
No obstante, se requiere de inversión para la valorización de residuos, aunque es preferible dedicar más dinero a la valorización que a la adquisición de materia prima.
Beneficios sociales
La valorización de residuos supone la creación de empleo, puesto que la inversión en plantas de reciclaje va en aumento. Además, supone una garantía para el suministro de energía para las generaciones futuras.
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