Así es el reciclaje electrónico
Según la UE, el 75% de los RAEE generado en España, no son gestionados de manera adecuada. Además, los españoles somos los responsables de la generación de una media de 18 kilos de basura electrónica por persona al año.
Es de esta forma que el reciclaje de aparatos electrónicos se vuelve una necesidad, con la finalidad de poder dar una segunda vida a estos materiales. Te contamos cuál es el proceso que permite recuperar estos materiales y reinsertarlos en el sistema productivo.
Reciclaje electrónico
El reciclaje de aparatos electrónicos es un proceso que se lleva a cabo en dispositivos enchufables o que cuentan con batería. Este proceso se hizo imprescindible debido a los metales pesados muy contaminantes que contienen la mayoría de estos residuos (tales como el mercurio, el cromo o el plomo entre otros).
Según la Plataforma para Acelerar la Economía Circular (PACE) y la Coalición de Residuos Electrónicos de Naciones Unidas, mientras que se crean 50 millones de toneladas de basura electrónica anualmente, se recicla menos del 20%.
Proceso del reciclaje de RAEES
En España, el Real Decreto 110/2015, de 25 de febrero, sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos, establece una serie de normas para la fabricación y correcta gestión ambiental de residuos electrónicos.
De esta forma, este decreto obliga a productores de aparatos eléctricos y electrónicos a adoptar las medidas necesarias para que los residuos de estos aparatos dispongan de sistemas de recogida selectiva y tengan una correcta gestión medioambiental. Estas obligaciones pueden cumplirse o bien individualmente, o bien a través de los SCRAP o Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor.
Preparación para la reutilización
Antes del tratamiento específico de los RAEE, aplicando el principio de la jerarquía de residuos, se dará prioridad a la preparación para la reutilización de los RAEE, componentes y consumibles.
Si dicho aparato, tras su clasificación, no es susceptible de ser preparado para la reutilización, será enviado a las instalaciones apropiadas para su tratamiento.
Si, por el contrario, el residuo sí ha podido ser reutilizado, el residuo pasará a ser un AEE o componente recuperado.
Tratamiento específico
Toda chatarra electrónica deberá ser sometida a un tratamiento específico de manera previa a cualquier tipo de procedimiento destinado a su reciclado o valorización. El tratamiento específico mínimo, consistirá en retirar todos los fluidos que en él pueda haber: aceites, lubricantes u otros.
Durante el proceso de retirada de sus componentes o materiales, no se deberá dañar ni destruir componentes que puedan liberar sustancias peligrosas al medio ambiente o que puedan diluirse entre el resto de las fracciones y contaminarlas.
Los materiales y fracciones se suelen obtener mediante procesos manuales, mecánicos, de fragmentación o de triturado. Es de esta forma que se pueden valorizar o, en último caso, eliminarse. Las fracciones y materiales se identificarán mediante códigos LER, se contabilizarán y se indicará su destino para calcular los objetivos de valorización de residuos.
En resumen, podríamos decir que el reciclaje de RAEE contiene las siguientes etapas:
- Recepción y almacenamiento de los residuos.
- Clasificación de los equipos.
- Desmontaje manual y separación de componentes peligrosos.
- Trituración de materiales valorizables.
- Separación de materiales y expedición para su valorización externa.
Como vemos, el proceso de reciclaje de residuos electrónicos es largo y dependerá de qué tipo de aparato se trate, por lo que la responsabilidad de que lleguen hasta el final depende de todos.
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