El impacto ambiental de los metales y otros residuos comienza a ser evidente en nuestro entorno, y para disminuirlo uno de los factores fundamentales es que los residuos industriales que se producen (que cada vez son más) sean tratados y reciclados de la manera correcta para volver a darles una segunda vida.
Los residuos más contaminantes son difíciles de eliminar y están ocasionando graves problemas a los ecosistemas, y, si llegan al suelo o al agua, pueden afectar de manera negativa a la salud de las personas y al medio ambiente.
Qué es un residuo contaminante
Los residuos contaminantes son también denominados residuos peligrosos, y son aquellos materiales de desecho que, intrínsecamente, pueden poner en riesgo la salud de las personas y del planeta. Se determinará si un residuo es peligroso o no mediante los códigos LER. Las propiedades que definen a un residuo como peligroso o contaminante son:
- La toxicidad: esta característica se refiere a que causa daños al organismo al entrar en contacto con él y pueden llegar a ser incluso fatales.
- La corrosividad: esta indica que la capacidad de ciertos elementos como ácidos y bases fuertes de oxidar y disolver otros materiales.
- La inflamabilidad: se considera inflamable cuando posea una temperatura de inflamabilidad inferior a los 60,5ºC.
- La reactividad: un residuo se considera reactivo cuando entran en contacto con otras sustancias que los hacen reaccionar químicamente.
- La radioactividad: indica que un residuo contiene o está contaminado con radionucleidos en niveles superiores a los establecidos.
Estos son los residuos más contaminantes
Metales pesados
Los metales pesados son los más contaminantes y los que provocan mayores daños al medio ambiente. Un metal pesado es aquel elemento que tiene una densidad igual o superior a 5gr/cm3. El ser humano en su actividad diaria aumenta la concentración de metales pesados en el suelo, siendo tóxico tanto para flora como para fauna, sin olvidarnos del ser humano. Algunos de los residuos con metales pesados pueden ser:
Baterías de plomo
Las baterías están compuestas por placas de plomo y ácido sulfúrico. Su toxicidad es elevada porque, expuestos al aire, estos elementos se oxidan generando otros más peligrosos y contaminantes.
Fundición de plomo
El plomo es un metal utilizado para fabricar muchos productos. Durante su fundición libera elementos tóxicos (hierro o zinc) altamente contaminantes y que afectan a la salud de millones de personas.
Productos de la minería
Los residuos de la minería están entre los desechos más contaminantes porque se asocian a la producción de sustancias peligrosas como cadmio, arsénico, plomo, cromo o mercurio. Se estima que la basura tóxica que se genera por la industria minera afecta directamente a la salud de más de dos millones de personas en el mundo.
Contaminantes clásicos
Los contaminantes clásicos cuentan con una menor toxicidad que lo metales pesados, pero se generan en mayor cantidad. Entre ellos conocemos:
- Dióxido de carbono: es el principal gas de efecto invernadero que se emite a raíz de las actividades del ser humano.
- Cloruro de hidrógeno: es un gas que, en contacto con el agua, forma ácido clorhídrico, y es tremendamente contaminante.
- Otras partículas sólidas.
La mayoría de estos desechos son generados por la industria y el transporte, que son altamente contaminantes para el aire, agua y suelo.
Compuestos orgánicos sintéticos
Otro de los residuos más contaminantes son los compuestos orgánicos sintéticos, que están presentes en numerosos productos químicos de diferentes usos como carburantes, plásticos, detergentes o pinturas.
Estos residuos son muy tóxicos y contaminantes, pudiendo provocar graves problemas de salud. Por lo general los encontramos en los residuos generados a diario tanto en basura doméstica como en plantas industriales.
Legislación para los residuos más contaminantes
Como hemos comentado al principio, se trata de residuos que son muy difíciles de eliminar de la naturaleza. La importancia del reciclaje en este sentido se vuelve fundamental, de forma que se prevenga la contaminación de suelos y aguas. Para ello existe una legislación que las empresas deben cumplir.
La normativa y aplicación en materia de clasificación de la peligrosidad de los residuos existentes en España es la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Esta ley tiene por objetivo lo siguiente:
- Establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos y de sus impactos adversos en el medio ambiente, y mediante la reducción del impacto global del uso de los recursos y la mejora de su eficiencia, avanzando así hacia una economía circular.
- Prevenir y reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, en particular el medio acuático y en la salud humana.
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